martes, 21 de abril de 2009

Para que hacer teatro (Divagando a solas)

Y al final de ese enorme viaje titulado "El Vals de los Locos" (6 de marzo de 2009 Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM) entendimos que la Compañia Teatral Luz Negra no podía morir. no ahora que redescubriamos el sentido profundo que tenía el acto de "hacer teatro para decir algo", no ahora que Lucia Andrea Morett regresaba a nuestras vidas y a nuestros escenarios, no ahora que nuestros muchos vicios y nuestras escasas virtudes se colocaban ante nuestro espejo para retarnos y recordarnos que no se abandona el camino que se elige cuando no se han alcanzado las metas propuestas.
Posiblemente no todos lo pueden percibir, pero todos llevamos un teatro a cuestas, un escenario interior en el que representamos una infinidad de personajes. Somos múltiples y nuestras vidas transcurren entre cadenas interminables de conflictos dramáticos que debemos resolver con nuestra mejor actuación, ya colocándonos esta máscara, ya arrancándonos el rostro, ya desnudando nuestras almas o nuestros cuerpos. Tal vez sin hacerlo consciente...quizá sin proponérnoslo siquiera, somos actores representando un libreto cuya intrincada elaboración depende de nosotros mismos y cuyo final siempre permanecerá abierto.
¿En que momento decidimos asumir nuestra propia representación? ¿cómo llega alguien a la conclusión de que debe mostrarse de manera consciente ante los demás a través de una infinidad de historias que no le pertenecen pero que le son necesarias para decirse a si mismo? ¿Quién no ha sido Hamlet alguna vez en su vida? ¿Quién puede negar a su infernal Otelo? ¿Quién no ha vivido sus enfermedades imaginarias enmedio de sus realidades enfermas? ¿Quien no ha pretendido ser "La más fuerte"? ¿Quién no quisiera mostrar su realidad en un escenario para expulsar así a los demonios de su tristeza? ¿Quien demonios no quisiera hacer justicia sobre un escenario?