UNA HISTORIA SENCILLA (1)

UNA HISTORIA SENCILLA (I)
6/09/2008 10:20 PM

O LA DOLOROSA GESTACION DE UN GRUPO DE TEATRO INDEPENDIENTE
Septiembre de 1986 (un año después del terremoto).
Después de haber cursado clases de actuación con Enrique Ruelas,Aimee Wagner, Ruben Paguaga, José Luis Ibañez, Hector Mendoza, Flora Dantus y expresión verbal con Ariel Contreras, Marcela Ruiz Lugo y Soledad Ruiz y haber soportado las materias teóricas con diversos maestros, nos dimos a la tarea de unir destinos en torno a un lugar, el llamado por los teatreros de la facultad "Jardín de los cerezos", situado a las afueras del Aula Magna.
La generación 83 en sus dos turnos, se había mezclado por completo, incluso con los integrantes de la generación 84 aunque separados coyunturalmente por el inicio de actividades del nuevo plan de estudios que a ellos les tocaba asumir y de cuyos "beneficios" nosotros (gen 83 ) nos vimos privados.
De tal manera, nuestro jardín chejoviano devino cancha de futbol y taberna de quinta, quemadero de hierba y salón de ensayos, incluso escenario teatral abierto al público.
Aún se recuerdan las escaramuzas pamboleras de la generación 82 vs la generación 83. La alineación de los primeros incluía personalidades de la talla de Luis Mario Moncada, Fernando Briones, Armando Casas, Salvador Medina entre otros,goleadores todos ellos, mientras la nuestra mostraba las dotes futbolisticas de Hugo, Victor Perez, Victor Ornelas, "El Plástico" Mauricio Rodriguez y algunos otros a la sazon ilustres desconocidos, golpeadores casi todos, enfrascados en hazañas deportivas coronadas por un six de Carta Blanca "quitapón" Tecate o de plano varias "caguamas" bien frias. O bien aquellas sesudas discusiones al calor de un toque y rol cuya atmósfera casi mística nos llevaba a desmenuzar minuciosamente las teorias Artaudianas del teatro y la peste o el teatro pobre hacia el cuál Jerzy Grotowski habla lanzado su teoria, y en su defecto ponernos el traje del actor que se prepara al cobijo de las tesis Stanislavskianas, jugar al teatro invisible segun los lineamientos del Teatro del Oprimido del maestro Boal o ¿porque no? inventar nuestras propias teorias teatrales para cambiar al mundo.Happening puro.
Ensayar interminablemete ejercicios de actuación-dirección o bien los exámenes a presentar que bien podían ir desde un breve Carballidazo hasta un complejo Jean Paul Sartre o un metódico Tenessee Williams e incluso el experimento escenico más perverso salido de nuestras esquizofrenicas mentes de artistas en ciernes.